Hecho 1: La industria alimentaria representa más de un tercio de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, lo que la convierte en un objetivo para la mayoría de las campañas de reducción de emisiones.
Sin embargo, hasta ahora, la industria se ha quedado atrás en lo que respecta a la sostenibilidad.
Por ejemplo, no hubo representantes de la industria alimentaria entre las 50 principales empresas sostenibles de Earth.org para 2021.
Una gran parte de la razón es la compleja cadena de valor desde la granja hasta la bifurcación a través de las redes de procesamiento, distribución y venta al por menor.
Hecho 2: La tierra disponible para cultivar alimentos es muy limitada.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, solo se puede utilizar un 20 % más de tierra para un uso productivo.
La economía mundial se enfrenta a enormes desafíos de recursos durante los próximos 40 años, ya que se espera que la población mundial crezca un 30 % antes de 2050. Además, la urbanización está aumentando a tal velocidad que para 2050 alrededor del 70 % de la población vivirá en las ciudades.
Hecho 3: Muchas empresas están estableciendo compromisos ambiciosos para enviar cero desperdicios de alimentos al vertedero desde sus propias operaciones directas, estableciendo requisitos de sostenibilidad para sus proveedores y recursos para alimentos a nivel local, sin embargo, también depende de cada individuo, utilizar los recursos de manera más eficiente.
Hecho 4: El desperdicio de alimentos ocurre en toda la cadena de suministro.